Colombia Más Competitiva es un programa de cooperación entre los gobiernos de Colombia y Suiza que busca fortalecer los sectores económicos colombianos que más potencial de crecimiento tienen en el horizonte. Este es uno de cuatro videos que realizamos en Magic Markers.
Para saber más, vayan a: https://www.colombiamascompetitiva.com
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Teniendo en cuenta, primero, que la construcción es uno de los renglones más importantes de nuestra economía; y segundo, que la sostenibilidad es una urgencia planetaria cada vez más presente, preguntémonos, ¿cómo vamos en materia de construcciones sostenibles?
La verdad, no tan bien. Los desarrolladores tienen la percepción de que los costos son demasiado altos. Y aunque los entes reguladores tratan de incentivar este tipo de construcciones con beneficios especiales (como incentivos tributarios o permisos más amplios en el uso de suelos), esto no alcanza a mover el mercado hacia la dirección deseada. Y claro, ya hay varios proyectos andando, pero no tantos como necesitamos.
¿Qué es lo que hace falta, entonces? Por fortuna, la respuesta es relativamente sencilla: necesitamos conocer y aplicar más buenas prácticas de sostenibilidad. Y ese plural es para todos: constructores, entes reguladores y los mismos consumidores.
Del lado de los constructores, si bien es cierto que invertir en paneles solares y sistemas de reutilización de aguas grises puede ser una decisión costosa, hay una amplia gama de soluciones que no son tanto un asunto de costos como de estar al día en técnicas y procesos que son más eficientes. Por ejemplo, es muy sencillo reutilizar materiales de la misma construcción, como también lo es el diseño de espacios que usan el flujo natural del viento o la ubicación del sol para ahorrar energía. Esto ya se está haciendo en otras partes del mundo y podemos integrar esas buenas prácticas.
Una oportunidad semejante existe para los entes reguladores. Los incentivos son muy limitados y se enfocan en el uso de productos y tecnologías para la construcción sostenible. Sin embargo, hay muchas prácticas alternativas que funcionan y recompensar esas soluciones es una forma de estimular la transformación.
E igual pasa del lado del consumidor: el desconocimiento de soluciones alternativas hace que la demanda por proyectos sostenibles no sea lo suficientemente alta como para motivar la existencia de este tipo de edificaciones. Por ejemplo, se desconoce el impacto financieramente positivo que existe cuando, desde el diseño, se reduce el futuro consumo de agua y energía.
En Colombia estamos, pues, en mora de hacer más populares la amplia gama de soluciones en la construcción para que uno de los sectores más importantes de la economía evolucione a la par de las necesidades planetarias.