Por supuesto, si tus preguntas son otras, puedes escribirnos un mensaje.
Sabemos que esta no es la respuesta que quieres oír, pero... depende. Puede ser más caro o más barato dependiendo de varios factores como la técnica, el volumen de trabajo, las fechas de entrega, los acuerdos de pago o versiones en otros idiomas.
Normalmente, un proyecto se tarda entre uno y dos meses. Se puede hacer un video más rápido, pero todo depende de tres factores: nuestra disponibilidad de agenda, la complejidad de la información y la agilidad en las aprobaciones.
Primero, nos ponemos en contacto con el cliente para definir los puntos básicos, como fechas de entrega, presupuesto, objetivos y estrategia de difusión.
Luego, en un encuentro con los escritores, charlamos sobre el contenido del video y definimos su duración. La idea es que en esa reunión (o en tantas como sean necesarias) les hagamos todas las preguntas del caso para conocer el contexto y la información que vamos a comunicar. Con eso escribimos un texto que va y vuelve entre ustedes y los escritores hasta llegar a una versión definitiva.
Una vez terminado el texto, grabamos el audio y nos ponemos a dibujar. Por supuesto, hay una reunión previa con el equipo de producción para que ustedes hagan sugerencias y otra reunión final para hacerle ajustes al video.
¿Y la difusión? Pues hay casos en los que el cliente se encarga y hay casos en los que nosotros publicamos el video en nuestras redes sociales. Toca charlarlo.
Lo que sea. Naturalmente, no somos expertos en todos los temas, pero aceptamos retos diversos porque nos gusta desenredar ideas complejas. Si quieres algunos ejemplos, nos llaman para explicar procedimientos, leyes, argumentos, servicios nuevos y asuntos científicos, entre muchas otras cosas. En últimas, son nuestros clientes los que traen la información; nuestro trabajo es entender y organizar aquello que nos enseñan.
Sí. Todo el proceso se puede hacer por Internet... O sea, no, trabajamos desde Colombia pero nuestros clientes pueden estar en otro lugar. Ahora, si quieren invitarnos...
No ocurre muy seguido, pero definitivamente nos interesan ese tipo de retos. O sea, se puede, pero toca charlarlo.
Porque comunica información compleja en poco tiempo.
Porque la interacción entre narración e imágenes facilita la comprensión.
Porque un video se puede guardar, reproducir y enviar a cualquier lugar del mundo sin costos adicionales.
Porque se puede repetir información muchas veces sin distorsionar el mensaje.
Porque es más económico que lidiar con malentendidos a gran escala.
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